Tras una herencia, es muy frecuente que la vivienda familiar la hereden los hijos y entre ellos no haya acuerdo sobre qué hacer con ella.
Puede que uno de los hermanos desee vender la vivienda y repartir los beneficios, o comprar la totalidad de la vivienda al resto de copropietarios para residir en ella. Suele ocurrir que algún hermano no se decida a la venta por apego sentimental a la vivienda o por querer esperar a que los precios de los inmuebles suban y, así, obtener un mayor beneficio.
13 mayo, 2015
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