04 Nov El proceso de separación
En el momento en que dos personas casadas —o uno de los miembros del matrimonio— deciden que no quieren continuar su vida en común, tienen dos opciones: presentar la demanda de divorcio o separarse. Hasta hace unos años, la separación era un paso obligatorio previo al divorcio, pero en la actualidad, si alguien desea poner fin al matrimonio, puede hacerlo directamente.
Sin embargo, también puede optar por la separación para suspender su vida como casados, si bien no disuelve el vínculo matrimonial. Cada uno podrá vivir en domicilios diferentes y los bienes de un cónyuge ya no se podrán vincular al otro, pero ninguno de los dos podrá casarse con terceras personas mientras no tramiten el divorcio.
Es frecuente que los cónyuges se tomen la separación como un período de reflexión, para sopesar si realmente quieren dar por finalizado el matrimonio —y tramitar la demanda de divorcio— o si puede haber lugar a una segunda oportunidad. Pero es importante diferenciar la separación de hecho de la judicial.
Separación de hecho y judicial
Cuando la convivencia matrimonial cesa, porque ambos cónyuges lo han decidido así, o porque uno ha abandonado el hogar, pero no se ha acudido al Juzgado a legalizarlo, se produce la separación de hecho.
Si no existe separación legal, el régimen económico del matrimonio sigue vigente, por lo que si este es de gananciales, tanto las ganancias como las pérdidas de las actividades económicas de los cónyuges afectan a ambos.
La separación judicial legaliza esta situación mediante una sentencia. Una vez que se ha tramitado la sentencia judicial, ya no se vincula el patrimonio y las actividades de un cónyuge con el otro.
¿Cuáles son los pasos para tramitar la separación judicial?
El único requisito para que uno o ambos cónyuges puedan solicitar la separación judicial es que hayan transcurrido tres meses desde que se celebró el matrimonio. La separación puede realizarse de mutuo acuerdo o contenciosa; el primero de los procedimientos es más rápido y económico que el segundo.
Pasos para una separación de mutuo acuerdo
1. Presentación de la demanda ante el juzgado, con el convenio regulador de la separación. Este convenio es un documento en el que se regulan la guarda y custodia de los hijos, el uso del domicilio familiar, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y la compensatoria, etc.
2. Tras unos días, el Juzgado convocará a las partes por separado para que ratifiquen el convenio. Si uno de los dos no lo hace, el convenio es archivado y se puede iniciar el procedimiento contencioso.
3. Si hay hijos, el Ministerio Fiscal también debe emitir un informe para confirmar que el acuerdo al que han llegado los padres es favorable para los menores.
4. Por último, si todo el proceso se ha desarrollado adecuadamente, el Juzgado dictará la sentencia de separación y la inscribirá en el Registro Civil.
La separación judicial contenciosa
1. Uno de los cónyuges presenta la demanda en el Juzgado.
2. El juez cita a ambas partes —y al Ministerio Fiscal, si hay hijos menores— para una vista, en la que se presentarán las pruebas que tengan que ver con la guarda y custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia o compensatoria y el uso de la vivienda familiar.
Tras la vista, el Juez dicta sentencia, en la que se decreta la separación y se establecen las medidas que regirán la relación entre los cónyuges y con sus hijos. Esta sentencia se inscribirá en el Registro Civil.
La separación, como vemos, no es un proceso sencillo y no está exento de un gran desgaste psicológico para los cónyuges. Por eso, el primer paso que debemos dar es buscar un buen abogado, que nos aconseje y apoye durante todo el proceso.
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